Hoy comparto contigo un breve episodio con una reflexión que tuve con una mujer espectacular a quien hoy tengo el honor de acompañar en su camino.

Y es que ella me compartía con franca frustración el resultado inesperado de tanto esfuerzo con el que ha seguido su camino. 

“Ni siquiera me he mantenido, he subido de peso, he invertido tanto entrenadores, cuido lo que como, me limito muchísimo, y con todo ese esfuerzo parece ser en vano”  

Y a ti que me escuchas, quiero decirte que  si hoy estás en donde no quisieras estar con respecto a tu peso e imagen, sientes que todo esfuerzo ha sido en vano este episodio es para ti.

Mi propuesta es, primero que te cuestiones si pensar que todo tu esfuerzo ha sido en vano te sirve. ¿Te sirve pensar esto? 

Nota como es que aunque esto parezca la descripción del resultado que hoy experimentas en tu vida, esto es solo un pensamiento. Es un pensamiento que...

Es un placer compartir hoy contigo esta reflexión que puede significar un antes y un después en tu camino. 

Si no es la primera vez que me escuchas, sabrás que lo que suelo citar como el ingrediente clave para lograr el peso ideal en paz definitivamente es, agregarle a amor a nuestro camino, amor a nosotras mismas.

Pasa  que quienes por años luchamos con el tema del peso, con nuestra relación o debilidad por la comida, quienes vivimos acostumbradas a juzgarnos, a criticarnos por los fracasos ante nuestro incontables intentos, sin darnos cuenta nos acostumbramos a usar: el juicio, la autocrítica, el auto desprecio, como ingrediente.

No es que lo hicimos consciente, pero es algo que nos brota en automático. Y ante esto, mi propuesta es la de agregar conscientemente amor. Amor como ingrediente esencial en este camino. Sé que esta propuesta puede sonar “bonito”, o atractivo, a algunas les parecerá...

Bienvenida seas al Podcast de Puedes Hacerlo, el espacio en donde puedes lograr tu peso ideal amándote con locura. 

Hoy quiero decirte que si en tu camino hacia el logro de tu peso ideal, te sueles encontrar experimentando este sentimiento de injusticia por no poder comer todo lo que se te antoja, todo lo que te gusta, todo lo que los otros comen, abras tu corazón y tu mente hacia esta reflexión.

Para hablar de esto he querido hacer una analogía. Y pasa que con las bajas temperaturas de Boston he aprendido que abajo de ciertas temperaturas mi gorro, mi bufanda, mis guantes son indispensables para salir de mi casa a hacer mis vueltas. He aprendido a base de prueba y error, sabemos que comentar que en el frio hay que abrigarse bien, es cosa de sentido común. 

Y creo que para poder reflexionar en el tema de experimentar injusticia por no poder comer todo lo que se nos antoja, accesar a nuestro sentido común puede significar una...

Bienvenida a Puedes Hacerlo, el espacio en donde puedes aprender a lograr tu peso ideal amándote con locura. 

Hoy te invito a hacer esta pequeña reflexion a partir de una pregunta muy específica, ¿eres realista? Si esto de ser realista es algo muy importante para ti, ¿qué es para ti ser realista?

“Soy realista, sé que soy débil”, “soy realista sé que no puedo dejar el azúcar”, “soy realista, si pruebo un poco de carbohidratos no puedo parar”, “soy realista, soy super antojada”, “soy realista, odio cocinar comida saludable”, “soy realista, mi mama mi abuelita, mis tías todas somos de tendencia engordada y eso nunca va a cambiar”. 

Si esto está en tu mente con la justificación  de “ser realista”, hoy te invito a que seas lo suficientemente realista y especifiques lo que ser realista es para ti.

...

“Un día menos”, es el título de este episodio y una frase que he escuchado y leído muchísimo en estas semanas pasadas. 

Hace un par de semanas, después de haber gozado unos días muy especiales y lindos con mi familia celebrando Thanksgiving, me empecé a sentir mal, resulta que tenía covid.

Me dió solo a mí en mi casa, con lo cual, estuve aislada para no contagiar. Gracias a Dios y a la protección de mis vacunas no estuve grave, pero sí me sentí mal y sigo recuperándome, Me siento muy agradecida por tantas muestras de cariño y sus oraciones, MUCHAS GRACIAS.

Me estoy cuidando,  me estoy dejando cuidar confiando en que pronto estaré totalmente recuperada primero Dios. Y bien, pues, en esta situación, fue en donde  leí tantas veces esta frase: “piensa que es un día menos”

Esta es una frase que me han dicho para...

Alguien apenas me acaba de decir, “ya sé que en esta época del año voy a engordar porque me como todo, hasta lo que no me gusta. Tengo tantos compromisos y yo no sé decir que no”.

¿Te sientes familiarizada con esta frase? Personalmente yo sí utilicé mucho esta frase y sé que  no es precisamente orgullo lo que nos genera, es más bien con amargura y frustración lo que la acompaña. 

Al tocar este tema, mi propuesta no se concreta en un “si no sabes decir que no y quieres bajar de peso, tienes que aprender a decir que no”.

Mi propuesta es descubrir el efecto de esta creencia en ti. Si tu te describes como alguien que complace, y que por no quedar mal, no sabes decir que no. 

Haz el siguiente ejercicio:

Escribe y repite esto: “no sé decir que no”. Respira y repítelo, date cuenta del efecto de este pensamiento en ti.

¿Puedes darte cuenta...

¿Esto es lo que te esta parando para decidirte a bajar de peso?

Empiezo recordando el poder de las palabras, estamos muy acostumbradas a repetirnos frases sin pensar el efecto que nos van generando.

Veamos como es que esta frase “no tengo tiempo”, además de ser una queja, es una frase que nos hace obsesionarnos con este recurso tan valioso, este recurso que no tiene precio, este recurso que no vuelve y este recurso con el que nos conviene tener una sana relación. 

SI esta ha sido tu frase, ¿será que repetírtela te ha ayudado a tener mas tiempo? ¿ cómo te hace sentir esta frase?

Para mi el “no tengo tiempo”, “quiero bajar de peso pero no tengo tiempo”, son frases que claramente nos generan un sentimiento de víctima. Y aunque pueda parecer una frase muy madura, “yo quisiera pero no me comprometo porque no tengo tiempo”, veámoslo bien, en realidad es un...

El título de este podcast como habrás notado es una pregunta: “¿Te late cambiar el tengo por el quiero?

Y me refiero básicamente a cambiar “tengo que bajar de peso” por el “quiero bajar de peso".

Hoy lo planteo como  una pregunta porque:

1. ¿A quién le gusta que le impongan algo? 
2. Es algo que quiero animarte a que tu explores, reflexiones y decidas si esto es algo que  realmente te late. Porque si tienes el hábito de usar el “tengo que bajar de peso”, “tengo que comer saludable”, “tengo que planear bien”, esto es algo que no es precisamente fácil de transformar, claro que es posible, más no es algo que por decidirlo una vez, ya lo hacemos por siempre. Entonces si es super importante que tú lo decidas. 
3. Para poder lograr esta meta del peso ideal definitivamente, si hay algo que he podido comprobar que es importantísimo de...

Si te suele suceder que tomas la decisión de  bajar de peso, porque realmente lo quieres y tienes claro que si no te dejaras llevar por todos tus antojos, avanzarías significativamente hacia tu meta, pero te cuesta hacerlo. 

Hoy te propongo que a tus antojos les agregues algo específico.

¿Tienes antojos? ¿Esta es tu realidad? Agrégale esto que hoy te voy a recomendar a tus antojos, y veras como te sentirás super orgullosa de ser quien eres y además te sentirás clara y equipada para lograr esa meta que tanto deseas. 

Imagina estar sintiéndote súper orgullosa porque has estado comiendo lo que planeabas, te sientes empoderada y además físicamente si sientes los beneficios de estar alimentándote con comida que te hace sentir desinflamada, con mas energía, ligera, esa sensación te gusta. Llega la tarde, y tu marido, llega con unos quesos, panes rústicos,...

Esto de “mejor a la basura que a tu cintura” es lo contrario a frases como, “me lo como porque no quiero desperdiciar comida”, “porque no debo desperdiciar comida”. Hoy propongo reflexionar en el significado que muchas de nosotras solemos darle a estas frases. 

“Mejor a la basura que a la cintura”, es una frase que personalmente me parecía muy vana, esto de anteponer mi vanidad ante el desperdicio de comida, ¡cuánta vanidad!

Como si meterle comida en exceso a mi cuerpo no sea un verdadero desperdicio no solo de comida, de dinero, de tiempo, de mi vida misma.

Reflexionemos en  cuánto tiempo de nuestra vida lo dedicamos a comer de más, a comer lo que los otros dejan, a comer lo que ya ni queremos, a comer cuando estamos llenísimas.

Cuánto tiempo de nuestra vida dedicamos a agregarle a nuestra cintura lo que no necesita. Cuánto tiempo pasamos hasta disgustadas,...